En Patagonia, desde 1960 se registra un aumento de temperatura que continuará en el futuro. Hacia fines de siglo estos aumentos de temperatura estarán en el orden de 1.4 a 2.4 °C respecto del presente.

El aumento de la temperatura conduce a un aumento de la evapotranspiración (la evaporación de los cuerpos de agua y la transpiración de las plantas).

Además del aumento de temperatura, desde 1960 se registra una disminución de precipitación y de caudal en las nacientes del Río Chubut. Estas tendencias continuarán en el futuro y conducirán a reducciones en la cantidad de agua del orden del 40% en las nacientes del río hacia fines de siglo. Estos cambios repercutirán en el caudal del VIRCh en el futuro.

A su vez la disminución de caudal modifica la capacidad del Río Chubut de mantener agua de buena calidad. La calidad será menor dado que habrá poca agua para diluir compuestos que provienen del suelo y de las actividades humanas que se desarrollan alrededor.

Además de los cambios en precipitación, temperatura y caudal el cambio climático ha producido cambios en la frecuencia, la intensidad, la extensión espacial y la duración de los eventos extremos. Estos eventos, como precipitaciones extremas, continuarán aumentando en el futuro.

Las precipitaciones extremas se transforman en un desastre cuando hay situaciones de vulnerabilidad.

Durante la ocurrencia de desastres como inundaciones son las mujeres y niñas las que tienen muchas más probabilidades de morir debido a los roles que le son asignados culturalmente, que incluyen el cuidado de personas y su permanencia en el ámbito doméstico.